Creemos que el progreso tiene que ser fácil.
Y tenemos la costumbre de intentar que lo sea.
Pero, curiosamente, la vida se vuelve más difícil cuando intentás hacerla fácil:
- Entrenar es duro – pero tener una vida sedentaria y no moverte nunca hace todo más difícil.
- Desarrollar habilidades no es fácil – pero navegar la vida sin habilidades es mucho más difícil.
- Las conversaciones difíciles son duras – pero intentar evitar cada conflicto es más complicado.
Buscar lo fácil tiene un costo asociado.
- Perdés la oportunidad de crecer, desarrollarte y aprender.
- Se vuelve una sensación de vacío y estancamiento.
Nuestra mente está literalmente programada para alejarnos de la dificultad (del peligro), para sobrevivir.
A ver.
Sobrevivir está bueno, no digo que no.
Pero no es suficiente.
Al menos para mí.
Los recuerdos que más orgullo nos traen vienen de las experiencias más difíciles.
- Terminar la maratón.
- Lanzar el proyecto después de varios meses de trabajo.
- Lograr tu peso ideal después de todo ese esfuerzo entrenando y comiendo bien.
Un logro especial es especial porque superás cierta dificultad (la dificultad es el precio a pagar por eso que querés).
Si fuese fácil culaquier persona lo tendría y si todo el mundo lo tuviese entonces no sería tan especial.
Entonces, una buena pregunta para hacerte, es:
- ¿Querés evitar cualquier tipo de desafío y quedarte así como estás? ¿O querés construir recuerdos de los que estés orgulloso?
Si sobrevivir te parece suficiente, una cosa más:
Por qué hacer cosas difíciles, aunque suene contraintuitivo
Incluso aunque no quieras crecer ni desarrollarte – el hecho de intentar evitar a toda costa cualquier situación difícil tiene sentido sólo bajo el supuesto de que toda situación difícil es evitable.
Pero eso no puede estar más lejos de la realidad.
Los momentos malos están asegurados.
100% asegurados.
Y crear evidencia de que podés hacer cosas difíciles tiene un valor incalculable para esos momentos.
Andrew Huberman lo explica muy bien:
“La razón para hacer deliberadamente cosas difíciles es para que cuando lleguen contratiempos (que llegarán) podrás decirte a ti mismo: ‘no se en qué va a terminar esto, pero sé que puedo hacer cosas difíciles’”
Lo bueno de hacer eso que te da miedo, es que una vez que pasa, te das cuenta de que sobrevivís. Te das cuenta de que incluso si el escenario es malo… lo malo no es tan malo.
Lo que más me ayudó a mi fue entender que puedo sentirme de una manera y hacer lo completamente opuesto:
- Podés sentir ansiedad por tener un resultado rápido y actuar de forma paciente siendo consistente con tu plan a largo plazo.
- Podés estar muy enojado por una situación jodida y actuar de manera amable.
- Podés estar cansado e igualmente seguir corriendo la maratón.
Hacer esto requiere de mucho autocontrol, pero es posible.
Sentirte de una manera y hacer lo opuesto es difícil (al menos al principio).
Entonces, muy bonito todo pero ¿cómo enfrento la dificultad?
Siendo práctico, yo me centro en 3 cosas:
Cómo hacer cosas difíciles
1- Reconocer el dolor y reformularlo:
- Describir y explicar cómo te sentís. (me ayuda a poner espacio/distancia)
- Reformular la situación de incomodidad como un momento de crecimiento y entender cómo esa tarea te acerca a tu objetivo. (me incentiva a hacerlo)
- Entender que es temporal, como absolutamente todo en esta vida. (va a doler, pero no para siempre)
2- Satisfacer las 3 necesidades psicológicas de la que hablan los psicólogos: autonomía, competencia y pertenencia:
- Darte cuenta de que tenés la posibilidad de elegir y que elegís hacerlo – autonomía.
- Mirar hacia atrás y ver el progreso – competencia.
- Recordar por qué lo estás haciendo – pertenencia.
3- Disminuir el tiempo entre idea y acción lo máximo posible.
- James Clear habla de la regla de los 2 minutos → decidir que vas a hacer la tarea difícil por sólo un ratito y esto funciona muy bien porque la dificultad de la tarea baja cuando ya estás haciéndola.
- “Si vale la pena hacerlo, vale la pena hacerlo hoy” → mantener la tarea en tu mente por varios días sin tomar acción te genera mucha más ansiedad que si la hacés ahora o esta tarde.
- Hacer la primera mini-acción → para ir a entrenar ponete las zapas y salí de tu casa. Para empezar a estudiar, sentate y abrí el libro. También de James Clear.
Subir de nivel
Si estás pasando por un momento jodido, o tenés una tarea difícil en frente.
Genial!
Estás a punto de subir de nivel.
Aunque sea difícil, hacelo:
- Tené esa conversación difícil que te quema por dentro
- Exigite físicamente.
- Tomá el riesgo.
Si tenés miedo y actuás igualmente, eso es ser valiente.
Date pruebas de que podés hacer cosas difíciles.
Las pequeñas malas noticias de la vida diria se vuelven muy grandes si no estamos acostumbrados a lidiar con dificultades.
Te va a ayudar a navegar el mundo y su complejidad sin desanimarte por cada bache encuentres en el camino
Podés hacer cosas difíciles, no necesitás que sea fácil para hacerlo.
– Nico